Paredes y suelos son las superficies más visibles de una oficina o despacho, por eso una mancha o las pelusas son imperdonables en este tipo de espacios. Antes de empezar con la limpieza del suelo, hay que analizar el material del mismo para saber cuál es la mejor manera de cuidarlo.
Cómo limpiar suelos de moqueta
La moqueta y alfombras aportan calidez a los espacios de trabajo, pero requieren de un mantenimiento más exhaustivo.
Lo ideal es aspirarlas a diario, prestando especial atención a las zonas de más tráfico, como pueden ser la entrada, los pasillos etc. Regularmente, se efectuará una limpieza específica, que puede ser con máquinas de inyección-extracción, espuma seca o champuneado.
Limpiar pavimento duro natural
Si el suelo es de terrazo, mármol o granito, diariamente se pasará una mopa de algodón, aplicando un captapolvo, o simplemente humedeciéndola para eliminar el polvo que se deposita. También se puede realizar el fregado con mocho y una solución de agua y detergente neutro.
Si es necesario, periódicamente se realizarán los tratamientos de recuperación, como el cristalizado.
Pavimento duro artificial
Será el caso de que nos encontremos con gres o cualquier pavimento arcilloso, no tendremos problemas. Simplemente se utilizará a diario la mopa para la eliminación del polvo, o se fregará con un mocho sumergido en una solución de detergente y agua. En este caso, el detergente puede ser ligeramente alcalino, dependiendo del grado de suciedad.
Con esta, terminamos con la serie sobre limpieza de oficinas y despachos, ¡ya no hay excusa para no tener un despacho u oficina impecable! De todas formas, sabes que puedes contar con nuestra ayuda para una limpieza profesional
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